El nombre de este deporte procede de un término coreano que hace referencia a un arte marcial del mismo origen. En este deporte se combinan varias artes marciales, utilizando técnicas del kung fu, el karate-do y otras disciplinas más antiguas.
Los combates se desarrollan en tres rondas de dos minutos cada una, con descansos de un minuto entre ellas. El objetivo fundamental de este deporte es que el atleta patee y golpee a su rival, evitando al mismo tiempo ser pateado o golpeado.
Los puntos se basan en las técnicas utilizadas, aquellas que representan una dificultad más desafiante, como las patadas giratorias a la cabeza, consiguen mejores puntuaciones que los golpes básicos.
Los combates de este arte marcial se disputan en un área octogonal y con esterillas, con el fin de fomentar el juego de pies dinámico, pero que de igual forma también favorece el movimiento evasivo.